Empezamos con un bocetaje a cuerpo completo del carnero, que se fue simplificando hasta únicamente la cabeza, ganando fuerza e impacto. Para dotar a la marca, no solo de valores e ideas (seguridad, confianza y estabilidad), sino que además llevara implícita los servicios que presta, introducimos al carnero en un escudo. Los escudos siempre transmiten «defensa, fiabilidad y firmeza». Fijaros, pues, en las identidades de la mayor parte de los antivirus para dispositivos.
Pero, lo mejor estaba por llegar… los conceptos «conectividad» + «matemáticas» empezaron a excitarnos, tanto, ¡que no podíamos parar! El primero de ellos, lo solucionamos dando forma al escudo, con un trazado conectado entre dos (si te fijas, tres) puntos en su forma geométrica. El concepto matemático fue la guinda, usando la proporción áurea en el cuerno del carnero… ¡Aquí todo el proceso!